Ministros
El periodico, 5/2/02
JOSE LUIS Trasobares
Se fue Cañete y viene Matas. Todavía hay bastantes catetos que se ponen
contentísimos ante las visitas ministeriales, como si la mera proximidad
de los gobernantes abriese el cuerno de la abundancia. Pues vamos aviados.
Ahora bien, entre los titulares de Agricultura y de Medio Ambiente no hay
color: al primero se le ve venir desde bien lejos, pero el segundo
somardea con una maestría peligrosísima. Nos reímos del pobre Cañete, y lo pusimos
a caldo cuando se dejó pillar diciendo que el PHN se haría por huevos, un
paseo militar ; sin embargo, eso ha sido lo más sincero, claro y auténtico
que hemos podido escuchar al respecto. Baste recordar que en la época de
aquel sensacional cañetazo , Matas andaba más suave que una pantera,
fingiendo negociaciones, y había aragoneses (de su cuerda, obviamente) que
le bailaban el agua (nunca mejor dicho) y proponían abrir no se sabe qué
diálogo para escenificar la rendición incondicional de Aragón.
El viernes, Cañete dio muy buenas pistas al inaugurar la balsa de El
Temple. El hecho de que él mismo, su Ministerio y el PP considerasen que
esa pequeña obra (proyectada tiempo atrás y pagada por los propios
regantes altoaragoneses) era el banderazo de salida del Plan Nacional de Regadíos
(Plan cuya tramitación no ha concluido); ese cachondeo, digo, demuestra
que en Madrid se sigue considerado a los aragoneses buena gente de la tribu de
Abundio. Un público agradecido para un ministro campechano. Pero, ojo al
dato, que todavía hay más: ¿repararon ustedes en que Cañete advirtió sobre
las dificultades que habrá en el futuro para ampliar las zonas regables?
Esa es la auténtica madre del cordero. Pues, si Agricultura se muestra tan
remisa a la hora de estirar las acequias, ¿por qué Medio Ambiente está tan
interesado en embalsar cientos y aun miles de hectómetros cúbicos?... Como
no sea para trasvasar, no sé para qué será.
A Cañete se le entiende todo; a Matas, ya lo verán, hay que leerle entre
líneas. Hoy, el ministro de Medio Ambiente nos contará que el bestial
recrecimiento de Yesa es para que por los grifos de Zaragoza salga Perrier
etiqueta negra. Menudo guaja está hecho.