El mejillón cebra salta Mequinenza
JOSÉ JUAN VERÓN. Zaragoza
El departamento de Medio Ambiente del Gobierno de Aragón ha comenzado esta semana a colocar testigos para demostrar si el mejillón cebra ha logrado sobrepasar la presa de Mequinenza. Los técnicos que trabajan sobre esta cuestión tienen indicios muy claros de que la plaga ha logrado saltar la presa, que se consideraba el último gran obstáculo que podía impedir la colonización del Ebro por este molusco asiático.
Algunos especialistas aseguran que en Caspe ya se han detectado barcas con mejillones cebra pegados al casco y los biólogos de la DGA afirman que mientras no se adopten medidas para las embarcaciones, el riesgo de extensión de la plaga será altísimo. En apenas unos meses, los efectos tan nocivos que ya están viviendo localidades como Fayón, Nonaspe, Fabara, Flix o Mora de Ebro se extenderán a muchas otros municipios ribereños.
Durante la semana pasada se colocaron algunos testigos de metacrilato que permitirán saber cómo evoluciona la especie en los próximos meses. Estos artilugios ya están instalados en el embalse de Ribarroja y en los próximos días se hará lo mismo en el Cinca, en el embalse de Mequinenza y en el Matarraña, aguas arriba de Nonaspe.
Los biólogos señalan que en el embalse de Mequinenza es más complejo de encontrar, dado que su nivel fluctúa y el mejillón no se reproduce en las zonas que se quedan secas. Por ello, sospechan que se encuentran en las partes más profundas, en donde no se ha podido detectar por ahora.
Cuestión de tiempo
Según los técnicos del Gobierno de Aragón, "sólo es cuestión de tiempo". Esperan que a lo largo del verano o del otoño se produzca una nueva explosión demográfica, que deje en evidencia hasta dónde ha llegado el problema en la actualidad. No obstante, consideran que la plaga tan solo ha mostrado por el momento un 5% de sus efectos nocivos.
"Cada año, esta especie crece un orden de magnitud; donde el año pasado había 1.000 ejemplares por metro cuadrado, este año hay 10.000 y el que viene habrá 100.000 por metro cuadrado", explicó Pere Josep Jiménez, del Grup de Natura Freixe que ha elaborado un informe sobre el mejillón cebra para el Ministerio de Medio Ambiente. Según sus datos, en septiembre del año pasado, la especie estaba en el embalse de Ribarroja en concentraciones escasas; este año se han encontrado 39.000 ejemplares por metro cuadrado en el embarcadero de Fayón.
Medidas en la navegación
Tanto los técnicos del Gobierno de Aragón como Freixe consideran urgente que se apliquen medidas sobre las embarcaciones, que con gran frecuencia suben y bajan de un embalse a otro, lo que las convierte en la forma más rápida y efectiva de extender la plaga del cebra. "Sólo podremos ponerle freno a la extensión de la especie si se dicta una normativa que obligue a limpiar las embarcaciones", señalan los biólogos de la DGA. La Confederación, que es la responsable de dictar esta normativa, ha avanzado que trabaja sobre la cuestión y que la publicará en breve. Desde que se constató que el mejillón se encuentra en el Ebro, en agosto del año pasado, tal y como público HERALDO, no se ha tomado ninguna medida.
Los empresarios del sector náutico y municipios como Fayón han mostrado su inquietud, dado que consideran que estas medidas preventivas no deben pasar por limitar la navegación, sino por limpiar adecuadamente las barcas. La semana pasada se celebró en Fayón una reunión de las administraciones con estos empresarios y se determinó que se instalarán unos centro de lavado de las embarcaciones, aunque no se ha decidido en qué municipios ni cómo se sufragará su construcción.
"El turismo es una de las últimas oportunidades de la zona. Mucha gente vive de ello y es importante para mantener el comercio. Si se limita el uso de las barcas y se ponen problemas, nadie querrá venir", señaló José Arbonés, alcalde de Fayón.
Las grandes empresas no quieren perder el tiempo. Este diario ha podido saber de fuentes de toda solvencia que durante los últimos días algunas de las mayores compañías de Aragón se han puesto en contacto con especialistas en la materia para solicitar su asesoramiento. Los biólogos creen que en un par de años, los problemas que ahora se viven en Fayón se pueden extender a municipios y empresas aguas arriba del Ebro, del Cinca y del Matarraña.