El ministerio propone construir una balsa de control para mejorar la calidad del agua del Ebro


La Evaluación Ambiental Estratégica evita confirmar si el embalse ocupará mil hectáreas

Maria Josep Picó, Valencia

El Ministerio de Medio Ambiente, en la Evaluación Ambiental Estratégica del Plan Hidrológico Nacional (PHN), propone la construcción de una balsa de control para mejorar los efectos ambientales y algunos parámetros químicos de las aguas transferidas del Ebro. La primera de las actuaciones sugerida en el documento -que ha sido enviado a la Comisión Europea para explicar los impactos del trasvase de más de mil hectómetros cúbicos anuales- es la creación de lo que el borrador de la evaluación ambiental denominaba embalse de cuarentena.

La posible instalación de una balsa de control -para obtener una «incidencia ecológica más favorable sobre las áreas receptoras», según el departamento dirigido por Jaume Matas-, tiene el objetivo principal de «mejorar la calidad del agua transferida, al menos en los siguientes parámetros: concentración de nutrientes, demanda biológica de oxígeno (DBO5), sólidos en suspensión y parámetros microbiológicos», según la Evaluación Ambiental Estratégica (EAE). Además, se plantea «teniendo en cuenta la capacidad autodepuradora de las zonas húmedas naturales o artificiales».

La mejora de los parámetros citados debería realizarse, según el documento, bajo unas condiciones que eviten la eutrofización avanzada, «de modo que la biocenosis de la balsa pueda asimilar con estabilidad ecológica la materia orgánica».

La EAE no hace referencia a las dimensiones del embalse de cuarentena, sin embargo, en el borrador del texto con el que trabajó el ministerio -y al que tuvo acceso Levante-EMV- estimaba que, con una tasa de renovación en torno a tres meses, podían «seleccionarse en un rango desde 1.000 hectáreas con 34,56 metros de profundidad media hasta 2.000 hectáreas con 17,28 metros de profundidad media».

NOTA: AIXÒ ÉS UN QUADRAT DE ENTRE 3 i 4,5 Km DE COSTAT i DE 6 a 12 PISOS DE FONDO.

Otras de las medidas propuestas por medio ambiente para mejorar el caudal trasvasado son las torres de toma, la modulación de las derivaciones y actuaciones sobre las reservas hidrológicas y la recuperación de humedales.

Efectos ambientales

- Para reducir los efectos ambientales de las aguas transferidas del Ebro se proponen medidas de integración y protección ambiental en las cuencas receptoras. Entre ellas, se encuentran la creación de una balsa de control, la gestión de la calidad del caudal mediante torres de toma en los embalses, la modulación mensual del trasvase, la creación de reservas hidrológicas, además de la recuperación de humedales y la puesta en marcha de campañas de sensibilización.

- La Evaluación Ambiental Estratégica del Plan Hidrológico Nacional también hace una mención específica a las actuaciones que se deben desarrollar para limitar la transferencia de material biológico. En el documento enviado a la Comisión Europea se sugieren medidas tanto en la cabecera del trasvase como en derivaciones.


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