La polémica hidráulica
Nueva andanada científica contra el proyecto del trasvase del Ebro
El Periodico
Diferentes expertos, incluso del Levante, se muestran escépticos y desaconsejan la obra.
Proponen cobrar el agua a precio real y gestionar la demanda para paliar los déficits
R. LOZANO. ZARAGOZA
Diferentes expertos en materia de agua rechazaron ayer en Zaragoza que el trasvase del Ebro sea la solución adecuada para solventar
los déficits hídricos del arco mediterráneo. Los especialistas, incluidos los del Levante español, se mostraron escépticos ante el
proyecto y argumentaron que la gestión adecuada de la demanda y la aplicación de precios reales al agua pondrían fin a las
situaciones de escasez.
La Consejería de Agricultura de la DGA reunió ayer a diversos expertos en materia hidráulica en un seminario sobre la gestión de la
demanda, en el que el rechazo al trasvase del Ebro fue general. Bernard Barraque, de la Escuela Nacional de Puentes y Caminos de
Francia, desaconsejó comprar agua desde sitios alejados a la fuente (la obra del Ebro se pretende llevar hasta Almería) y citó
ejemplos de cesiones "de larga distancia" en su país que no han funcionado.
Ariel Dinar, representante del Banco Mundial, explicó cómo en ciudades de la India, China o Estados Unidos se han desechado
proyectos de trasvase tras comprobar que el agua disponible era suficiente y que sólo hacía falta gestionarla bien. Respecto
a la cesión del Ebro, indicó: "El agua se mueve donde está el dinero. Que el trasvase a Almería esté justificado o no, sólo se
explicaría en términos políticos". Dinar afirmó que también ha habido planes de transferencias en Europa "que se abandonaron porque
no eran rentables ni económicos".
Josep Verges, de la Sociedad Catalana de Economía, manifestó que si se aplicara al agua un precio real "no harían falta trasvases
faraónicos" y negó que haya escasez del recurso. "Agua tenemos, pero muy mal administrada". Verges, que presentó su libro
El saqueo del agua en España , dijo que Barcelona no necesita el volumen de agua fijado en el Plan Hidrológico Nacional (PHN).
José Albiac, experto del Servicio de Investigación Agroalimentaria (SIA) de la DGA, presentó un estudio que demuestra que la oferta
y la demanda responden a los precios. Así, se si aumentara un 20% el coste del agua trasvasada al Levante, las peticiones se
reducirían en más de 500 hectómetros cúbicos (la mitad del trasvase proyectado). Y si ese crecimiento fuera del 30%, la cesión
de caudales sería innecesaria.
Los dos especialistas de Levante (que hablaron a título personal) fueron "escépticos" ante la obra. José Carlos Genovés
(Escuela de Agrónomos de Valencia) aseguró que el trasvase beneficiaría al sur de Alicante, a Murcia y a Almería, pero no a la
mayor parte de la Comunidad Valenciana, que apenas recibirá agua y que puede solventar internamente sus problemas. Por eso se
preguntó si el macroproyecto está justificado.
Lorenzo Avellá, de la Escuela Politécnica de Orihuela (Alicante), advirtió sobre las expectativas que ha creado en el Segura
el proyecto de Jaume Matas, y añadió que cuando se planteó el trasvase Tajo-Segura hubo igualmente unas expectativas que produjeron
"un déficit mayor" que el que se quería paliar.