A sostenella .
El Independiente
JOSE LUIS Trasobares
Los tribunales de Justicia han hecho de Santaliestra un proyecto condenado,
perfecto combustible para uno de esos pleitos interminables que se sabe cómo
empiezan pero no cómo acaban. Y la Fiscalía de la Audiencia Nacional
ha preparado un informe en el que, según lo que se va sabiendo, también
machaca a modo el recrecimiento de Yesa. Así, la interpretación
del Pacto del Agua a cargo de la Administración central se está
yendo al garete, aunque a su estrepitoso naufragio respondan el Gobierno de
Aznar, la CHE y el PP (que hoy vienen a ser la misma cosa) con la típica
obstinación carpetovetónica del sostenella y no enmendalla. Estos
pantanos peperos huelen a trasvase y a intereses creados que apestan, pero lo
malo no es sólo eso, sino el hecho de que, cuando los municipios pirenaicos
afectados litigan y ganan los juicios, los Señores de la derecha, lejos
de rectificar, sostienen la apuesta y amenazan a los aragoneses: o lo nuestro,
o nada. Muy mal rollo, conciudadanos; malo de verdad.
Los fallos judiciales contra Santaliestra merecen alguna
reflexión. La sentencia de la Audiencia Nacional, que desautorizó
el proyecto técnico del embalse era tan dura como dramática: advertía
de posibles riesgos en la seguridad de la presa. ¿Les parece poco? Los
expedientes de estos grandes pantanos, acelerados oportunistamente al calor
del PHN, son chapuzas evidentes en las que apenas se disimulan intereses económicos
y políticos que enlazan al actual Gobierno de España con la alta
burocracia hidrológica y los concesionarios de caudales (amén
de quienes aspiran a gestionar el ciclo del agua en las zonas urbanas). Aferrarse
a ellos es ir a ninguna parte. Hace falta replantearse la situación y
asumir que para regular la Cuenca del Ebro es imprescindible negociar los proyectos
entre las partes directamente afectadas y buscar alternativas intermedias (que,
digo una vez más, las hay). El PP debe sumarse a la comisión de
las Cortes que revisa el Pacto, y la dirección de los regantes tendría
que plantearse si lo que quiere es ser la palanganera en esta orgia hidráulica
de los conservadores o atender a medio plazo las necesidades razonables de los
agricultores. A ver si nos aclaramos.